5. Tiempo y más tiempo
Es de mayor importancia tomar en cuenta que cualquier actividad de conexión creativa necesita por lo menos de un par de horas para lograr llegar a un punto abiertamente expresivo o “modo abierto” según el actor, guionista y escritor John Cleese.
El «modo abierto» es la disposición que tenemos en el preciso instante de crear, lapso en el que la lógica ordinaria del día a día pasa a segundo plano para dejarnos un espacio de más libertad, donde nos despojamos de nuestros prejuicios y comenzamos a hacer las cosas “sólo por jugar y ver qué pasa”.
Por el contrario está el “modo cerrado” en el que más bien ya no estamos creando sino que implementamos lo creado, donde se necesita más la razón y la lógica. Momento en el cual se debe más bien evaluar la pertinencia de las ideas.
Juguemos, escuchemos música alegre, de alta frecuencia que nos ayude a estar a tope de energía para lograr llegar al momento creativo y de esa forma conectar con pensamientos positivos, que nos generen confianza en el mundo y en nosotros mismos, alejados del miedo para concebir cualquier posible. En ese tiempo también podemos meditar, bailar, retozar… para conectarnos con el flujo creativo, o sea, prepararnos para salir de nuestra “acolchonadita” zona cero.
6. Motivación
La motivación necesaria para realizar este viaje de autoconocimiento radicará precisamente en localizar alguna de nuestras pasiones. Ese tema en el que difícilmente alguien podría callarnos, porque nos lo sabemos de pies a cabeza o del cual disfruto tanto hablar que pierdo la noción del tiempo.
La pasión se diferencia de nuestros talentos porque ésta nos mueve desde las emociones, es ese tema o cosa por el cual experimentamos un gran entusiasmo o un interés muy marcado a lo largo del tiempo. En cambio, como ya lo delimitamos arriba, el talento es esa habilidad que se nos facilita naturalmente, o que hemos desarrollado en nuestra vida.
Cuando estamos frente a nuestras pasiones sentimos muchas cosas ―e incluso experimentamos eso que denominamos sentimientos encontrados― pues nuestras pasiones transitan por dos vertientes. La una es la positiva, y consiste en identificar a qué tipo de personas admiramos y por qué razón. La otra es un tanto negativa y debemos analizar aquellas acciones en otras personas que nos producen un cierto sentimiento de envidia o celos, porque eso también puede indicarnos algo que queremos hacer en el fondo y que no le damos la oportunidad.
En suma, una excelente motivación sería realizar ese proyecto creativo pero desde el ángulo de nuestras pasiones. Un proyecto dedicado a las estrategias del futbol, posiblemente sería apasionante para alguien que gusta de ese deporte y por consiguiente le aportaría el combustible de la motivación continua.